Aprende cuáles son los pilares y el camino exacto para vivir el Amor Propio de forma genuina, encender la luz de la Consciencia y seguir el Orden Divino para abrazar la abundancia y certeza de que mereces una vida sin temor, ni sufrimiento.
De AMOR PROPIO se habla mucho pero que de cierto es, porque ¿Qué trabajo en consciencia has desarrollado para que se traduzca en certeza, convicción y autoestima?
Si aún vives en miedo e inseguridad o emociones de baja frecuencia como rabias y resentimientos deberías considerar la posibilidad que lo conoces por AMOR PROPIO es un concepto.
¿Sabes cuáles y cuantos son los pilares que sostienen el amor propio?
¿Cuál de ellos tienes más ejercitado?
El árbol se conoce por sus frutos.
¿Qué necesitas saber para encender la luz de la consciencia?
¿Cómo pudieses evaluar o dimensionar tu nivel de consciencia?
¿Qué implica tener la Luz de la consciencia encendida?
Si le fueses enseñar a alguien cómo encender la luz de la consciencia ¿Cuál sería la metodología?
¿Sabes cuál es el botón que enciende la Luz de la Consciencia?
¿Con qué frecuencia aplicas el discernimiento y la sabiduría?
En esta Mentoría Grupal en VIVO encontrarás las respuestas a estas preguntas, la sensación que estás sintiendo es trascendental, es la respuesta a las preguntas de tantos años porque vienen a reconciliarte con tu naturaleza divina, es una línea muy delgada y sensible que solo tu ser puede reconocer.
Llegó el momento de recordar tu GRANDEZA.
1 Pago único de
Cuando pensé que mi vida estaba resuelta por que había alcanzado una posición económica, tenía una gran familia, tenía un bienestar e incluso llegué a pensar que ya no iba a trabajar más, todo se vino al piso, la quiebra económica, los problemas familiares y la enfermedad me sumieron en depresión, angustia, miedo y desesperanza.
Le empecé a pedir a Dios, le clamaba que me sacara de ese sufrimiento, busqué en religiones y en libros, pero mi drama seguía siendo el mismo. Luego lo desafié y le decía que cómo siendo su hijo continuaba con este dolor y que no sentía su ayuda, sentí culpa y temor, pero nada cambiaba, se acabaron mis opciones y me sumí en la angustia existencial; le dije “Dios ilumíname o elimíname”.
Le dije a Dios que, si era para estar muerto ya lo estaría, si era para estar loco no estaba lejos, pero que, si era cierto que su hijo el maestro Jesús estaba dispuesto a cargar la cruz por las personas, me ayudara con la mía porque yo no podía con ella, y fue en ese momento que algo sucedió en mí qué me hizo sentir que mis problemas habían terminado y que ya no tenía sufrimiento, entonces elegí seguir al maestro Jesús.
Esa búsqueda me condujo a un camino espiritual y en él empecé a encontrar las herramientas y el conocimiento para sanar y transformar mi vida, luego comprendí que esa experiencia podía servir a muchas personas y a los 7 años de estar en esta búsqueda encontré mi propósito de vida: El servicio a la humanidad, ayudar a las personas a encender una luz en sus vidas para que iluminen su camino.